Al cumplirse el segundo aniversario de la pandemia, los trabajadores de todo el mundo están mostrando su fortaleza frente a la continua incertidumbre.

La vida está volviendo a ser algo más "normal" para muchos. Los estados y las empresas están abandonando las restricciones impuestas para contener el virus. Las máscaras están cayendo en el camino en los países donde las tasas de vacunación son altas o donde la superonda Omicron ha hecho posible que la población se inmunice. Pero el virus sigue aumentando en muchas partes del mundo, y la guerra amenaza con desestabilizar las economías aún en recuperación.

"Hemos sido testigos de la increíble resistencia y valentía de los trabajadores de todo el mundo, y se han producido increíbles rayos de esperanza:los trabajadores de Fresenius en Eslovenia se han organizado para mejorar sus condiciones, los conductores de DHL en Nigeria han conseguido un primer convenio colectivo, y los trabajadores del comercio minorista en Australia y Japón han frenado la violencia de los clientes", dijo Christy Hoffman, Secretaria General del sindicato UNI Global . "Pero, por desgracia, muchos siguen sin tener los empleos seguros, los salarios decentes y los derechos sindicales que merecen.

"La pandemia aceleró el cambio tecnológico, transformando la forma de trabajar de millones de personas y enriqueciendo aún más a los gigantes de la tecnología, ya insondablemente ricos. Ha puesto de manifiesto y exacerbado el grado extremo de desigualdad dentro de los países y entre las naciones. También ha puesto de manifiesto el papel fundamental de los sindicatos y de la negociación colectiva para hacer frente a estos desequilibrios."

UNI Global Union y nuestros sindicatos afiliados están actuando para garantizar que el mundo del trabajo no se limite a volver a sus estándares prepandémicos, sino que surja mejor que antes. Hemos presentado investigaciones y directrices para la negociación con el fin de abordar la explosión del trabajo a distancia. Los sindicatos se están organizando para elevar a los trabajadores esenciales que mantienen a sus comunidades seguras, alimentadas, limpias y saludables durante la pandemia. Estamos abogando por que la Organización Internacional del Trabajo haga de la seguridad y la salud en el trabajo un derecho fundamental para todos.

"No podemos permitir que los viejos problemas se enconen en la nueva normalidad. La salud laboral era una crisis mundial antes de COVID-19, pero el llamamiento a la seguridad de los trabajadores se hizo más urgente por la pandemia, donde un número incalculable de trabajadores se infectó en el trabajo", dijo Hoffman de UNI. "Los sindicatos de todo el mundo están atendiendo a este llamamiento exigiendo la igualdad de las vacunas, reglamentos más estrictos, mayor inversión, más formación y colaboración en materia de seguridad en el lugar de trabajo. Estos son pasos críticos para asegurar que para estas fechas el año que viene, COVID-19 haya quedado atrás y que nos aguarde un futuro con puestos de trabajo más seguros."

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