Este domingo 21 de junio se cumple un año desde que la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó, de manera abrumadora, el Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Este instrumento internacional, innovador por su contenido, está apoyado por otro instrumento adicional, la Recomendación 206. Juntos crean un marco legal internacional que protege a todos l@s trabajador@s de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

Las estadísticas de la ONU muestran que el 35 por ciento de las mujeres, 818 millones de mujeres en todo el mundo mayores de 15 años, han sufrido violencia sexual o física en el hogar, en sus comunidades o en el lugar de trabajo. Más de uno de cada tres países no tiene leyes contra el acoso sexual en el lugar de trabajo lo cual significa que 235 millones de mujeres quedan sin protección.

La violencia de género no es acerca de un solo individuo, se trata de un mal sistémico. Las víctimas de de la violencia son blanco por muchas razones diferentes: su género, identidad de género, orientación sexual, clase o raza. La violencia socava la salud y el bienestar de l@s trabajador@s, instalando el miedo a hablar por temor a represalias, perdida de trabajo o victimización. Este desequilibrio de poder permite que los empleadores paguen salarios lamentables que no permiten a l@s trabajador@s sostener a sus familias y genera culturas de violencia y acoso de las cuales es difícil escapar.

Desde que se aprobó el Convenio, solo Uruguay ha ratificado; aunque países como España, Argentina, Fiji y Finlandia están en proceso de hacerlo.

“A medida que la pandemia de coronavirus continua, la violencia doméstica y la violencia contra las mujeres aumenta. Hoy, más que nunca, necesitamos que los países ratifiquen el Convenio. A medida que los gobiernos centran sus esfuerzos en la gestión de los impactos de la crisis de salud mundial, no se puede permitir que la violencia y el acoso desciendan en la lista de prioridades. Continuaremos presionando con nuestros afiliados para que la mayor cantidad posible de países ratifiquen el Convenio, y no hay nada que impida que esta herramienta se implemente ahora, ratificada o no ”, dijo Veronica Fernández Méndez, Jefa del Departamento de Igualdad de Oportunidades de UNI.

Para apoyar el trabajo de los sindicatos afiliados  en presionar a los gobiernos para que ratifiquen el Convenio y la Recomendación, UNI ha unido fuerzas con otras Federaciones Sindicales Globales bajo el lema #puedecambiarvidas (https://uniglobalunion.org/news/uni- lanza-campaña-ratifica-ilo-c190-contra-lugar de trabajo-violencia).

¡Sigamos uniendo nuestras fuerzas este 21 de junio y hagámoslo posible!

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