26.08.24
Trabajadores sanitarios, profesores y personal no docente de la Universidad de Santo Tomás (UST) salieron a la calle para protestar contra la Ordenanza de Permisos Sanitarios Obligatorios del gobierno de la ciudad de Manila. Los manifestantes expresaron su desacuerdo con la ordenanza, que obliga a los trabajadores a obtener permisos sanitarios expedidos por el gobierno para seguir trabajando. Su frente unido se vio reforzado por el apoyo generalizado de diversos sindicatos, instituciones educativas y organizaciones sanitarias, que exigían la derogación inmediata de la ordenanza.
El Consejo de Profesores y Personal de Colegios y Universidades de Filipinas (CoTeSCUP), que representa a los sindicatos de las principales instituciones educativas de Metro Manila, expresó su preocupación por la imparcialidad de la ordenanza. Destacaron las discrepancias en la aplicación de la ordenanza, señalando que exime a determinados titulares de licencias profesionales al tiempo que impone requisitos a otros trabajadores, lo que socava el principio de igualdad de protección ante la ley y exige una cuidadosa reevaluación.
El Ugnayang Nagkakaisang Manggagawa ng UST Hospital (UNM-USTH) se hizo eco de estas críticas, tachando la ordenanza de "redundante e injusta". Richie Ronald Ignacio, trabajador sanitario del UNM-USTH, afirmó: "Esta ordenanza es redundante e injusta para los trabajadores. La ordenanza 8793 debería ser desechada". Y añadió: "Alcalde Honey Lacuna, escuche a los trabajadores del Hospital UST. No nos doblegaremos ante una ordenanza que anula la legislación nacional. Esto no saldrá adelante".
La UNM-USTH también señaló que la mayoría de los empleadores ofrecen exámenes físicos anuales completos a sus empleados sin coste alguno. El requisito adicional de un permiso sanitario no sólo parece redundante, sino que además supone una carga financiera injusta para los trabajadores, al obligarles a pagar de su bolsillo un permiso adicional.
La Federación Nacional del Trabajo (NFL), afiliada al sindicato UNI Global , expresó su firme apoyo a los trabajadores que protestaban. El Fiscal General Du, Presidente de la NFL , denunció que los controles antidopaje generales de la ordenanza constituyen una grave invasión de la intimidad. La NFL subraya que, según la ley, las pruebas deben ser razonables, justificadas y mínimamente invasivas, y que el derecho a la intimidad debe protegerse a menos que exista una base jurídica clara e imperiosa para cualquier intrusión. La NFL exigió que la ciudad de Manila reconsiderara inmediatamente la política, alineándola con las leyes nacionales y protegiendo los derechos y la privacidad de los trabajadores.
Rajendra Acharya, Secretario Regional de UNI Asia y Pacífico, expresó su solidaridad con los trabajadores: "UNI Global El sindicato acoge con satisfacción la firme postura adoptada por los trabajadores de la salud, el profesorado y el personal de la UST contra esta injusta ordenanza. Seguiremos colaborando estrechamente con nuestras afiliadas para supervisar la situación y garantizar que se defiendan constantemente la dignidad y los derechos de nuestros trabajadores."
El llamamiento unificado a la equidad y la justicia resonó profundamente, y los trabajadores exigieron una reunión urgente con la alcaldesa de Manila, Honey Lacuna, para abordar sus quejas.