En representación de más de 200 millones de trabajadores de todo el mundo, la Confederación Sindical Internacional, UNI Global Union, y sus socios sindicales mundiales han pedido la liberación inmediata de los activistas sindicales bielorrusos encarcelados. A continuación, la declaración completa del Consejo de la Agrupación Global Unions, adoptada el 12 de mayo de 2022:

El 19 de abril de 2022, más de veinte dirigentes y activistas del Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos (BKDP) fueron detenidos por el Comité de Seguridad del Estado. Aunque algunos de ellos fueron liberados posteriormente, al menos diez siguen detenidos, entre ellos el presidente del BKDP, el vicepresidente de la CSI y miembro del Consejo de Administración de la OIT, Aliaksandr Yarashuk, y el vicepresidente del BKDP, Siarhei Antusevich. Ellos y sus colegas son presos de conciencia.

Se enfrentan a cargos en virtud del art. 342 parte 1 del Código Penal de la República de Bielorrusia y fueron trasladados a prisión preventiva durante la investigación. Los cargos que se les imputan en virtud del art. 342 incluyen la preparación de acciones que atentan gravemente contra el orden público y son punibles con la detención o la restricción de la libertad de dos a cinco años, o con penas de prisión de hasta cuatro años. Exigimos su liberación inmediata y la retirada de todos los cargos presentados por el régimen ilegítimo de Alexander Lukashenko, que amañó unas elecciones en 2020 para mantenerse en el poder.

Su detención y trato han provocado una indignación y protesta generalizadas: un caso con motivación política directamente relacionado con sus actividades sindicales, y un ataque a la democracia y al sindicalismo independiente que es un componente clave de la misma.

La detención, aunque sea breve, de dirigentes sindicales por ejercer su legítimo derecho a la libertad de asociación constituye una grave violación de los derechos humanos fundamentales, que se refleja en el hecho de que el Director General de la OIT, Guy Ryder, haya emitido un comunicado especial y se haya dirigido directamente al gobierno de Bielorrusia. Aprovecharemos la próxima Conferencia Internacional del Trabajo y el posterior Consejo de Administración de la OIT para aumentar la presión sobre el régimen ilegítimo de Bielorrusia.

La comunicación con nuestros compañeros sindicalistas encarcelados sólo es posible a través de abogados y cartas: exigimos el derecho a visitarlos en persona y estamos intentando enviar una delegación de solidaridad a Bielorrusia a tal efecto.

Como sindicatos mundiales, no nos quedaremos callados ante este ataque injustificado e inaceptable contra los sindicatos de Bielorrusia y, por extensión, contra los trabajadores y sindicatos del mundo: un perjuicio para uno es un perjuicio para todos.

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