Las mujeres son las más afectadas por el impacto de COVID-19, dicen los sindicatos de UNI

30.03.20

Las mujeres son las más afectadas por el impacto de COVID-19, dicen los sindicatos de UNI

La pandemia de coronavirus está teniendo un impacto desproporcionado en las mujeres trabajadoras, dicen las afiliadas de UNI Global Union, al proponer medidas para proteger y apoyar a las mujeres durante la crisis sanitaria mundial.

Según la OIT, la mayoría (58,6%) de las mujeres empleadas en todo el mundo trabajan en el sector de los servicios representados por UNI. Pero las mujeres son también las principales encargadas del cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos, y muchas de ellas hacen un segundo turno cuando terminan su trabajo remunerado.

“Las mujeres que son madres solteras, viudas o divorciadas se ven particularmente afectadas por el cierre de las escuelas. Cuidar de sus familias y cumplir con sus responsabilidades laborales crea entornos hogareños muy difíciles”, dice Nawja Lekhaila de la UMT, Marruecos.

Para quienes pueden trabajar desde el hogar, las normas culturales y sociales suelen imponer a las mujeres la carga de las tareas domésticas, lo que a su vez repercute en su rendimiento.

“La mayor necesidad de muchas de nuestras trabajadoras es que los empleadores comprendan que no se puede medir a los trabajadores por su rendimiento. Trabajar desde el hogar no es lo mismo que trabajar en nuestros lugares de trabajo habituales”, dice Stella Dinyake del sindicato SASBO de Sudáfrica.

Las mujeres trabajadoras también constituyen la mayoría de los trabajadores precarios, situación que agrava la vulnerabilidad de este grupo en tiempos de crisis.

“En Chile, los servicios de guardería están colapsados y muchas mujeres, que son jefas de hogar y/o madres solteras, no tienen los medios para dejar a sus hijos para ir a trabajar”, explica Viviana Catalan de CONAGRA, Chile.

Esta es una situación que se repite en todo el mundo para las mujeres que trabajan en industrias y sectores sin protecciones como la licencia familiar remunerada y la licencia por enfermedad remunerada, lo que les impide perder días de trabajo para cuidar a los niños o a los familiares ancianos. La incapacidad de las mujeres de quedarse en casa cuando están enfermas por el coronavirus crea claramente un riesgo adicional para todos.

La Secretaria General de UNI, Christy Hoffman, dice:

“Ahora, más que nunca, es el momento de que los sindicatos defiendan a las mujeres y negocien colectivamente con los empleadores para garantizar que las mujeres no se pongan en peligro a sí mismas, o a sus familias, mientras luchan por hacer frente a los compromisos combinados de cuidado y trabajo”.