Con una masiva participación de organizaciones sindicales afiliadas a UNI Américas, la CUT y la CTC, empresas comprometidas con el diálogo social y el viceministro de relaciones laborales, Carlos Alberto Baena, se realizó el Foro de Diálogo Social y Centenario OIT en Colombia. Más de 450 participantes fueron partícipes del debate sobre la libertad sindical, la negociación colectiva, los cien años de la OIT y la paz, con el apoyo de SASK y FNV. Las y los líderes sindicales destacaron la relevancia de promover el diálogo social pero insistieron que éste solo se podrá alcanzar si hay respeto a la vida, si se cumplen las normativas laborales y si los tres actores -gobierno, empresarios y trabajadorxs- se reconocen entre sí.

En la apertura, Iván González, asesor político de la Confederación Sindical de las Américas, organización que apoyó el evento, manifestó: “el sindicalismo colombiano ha pagado cara su determinación de representar y defender una agenda de derechos para la mayoría de la clase trabajadora, en medio de un conflicto armado, frente a una clase oligárquica”.

“La paz será producto de condiciones económicas y sociales justas para la población y de una justicia que ponga fin a la impunidad, no solo de los crímenes del conflicto armado, sino a la relación desigual entre quien vende su fuerza de trabajo y quien se beneficia de ella. También será producto de relaciones políticas democráticas, donde no sea el mercado quien defina los gobernantes y las empresas impongan su agenda de negocios por encima del interés superior del pueblo y la nación”, concluyó.

Los panelistas y expositores concordaron que mientras se siga violando la libertad de asociación, se sigan asesinado a líderes sindicales y sociales, o se permita la existencia de pactos colectivos, el diálogo social no será posible. También que es impostergable la búsqueda de igualdad de género en todos los ámbitos para alcanzar el futuro de trabajo que queremos. A este respecto, Mari Taivainen, asesora política de PAM, destacó que las sociedades necesitan sindicatos para construir un estado de bienestar y de equidad de género y que el cambio es posible con el trabajo de la solidaridad internacional.

“Varios estudios han demostrado que en los países en donde las mujeres tienen un rol social importante, tienen sociedades y economías sustentables”, subrayó. Junto a Patricio Sambonino, representante de SASK para América Latina, reafirmaron el compromiso de seguir cooperando en Colombia para continuar trabajando por sindicatos más fuertes, en defensa de los derechos de lxs más vulnerables y poner fin a la estigmatización de líderes y lideresas.

El cierre del Foro estuvo a cargo de las centrales sindicales convocantes y de UNI Américas, organizaciones que destacaron la apuesta al fortalecimiento sindical, a la unidad, a luchar contra las medidas regresivas al trabajador y garantizar sus derechos, y a seguir buscando caminos de diálogo efectivo.

“Deben desaparecer todas las formas abusivas de contratación como la tercerización, la tercerización indebida, los contratos sindicales y las cooperativas de trabajo asociado”, expresó el presidente de la CUT, Diógenes Orjuela. Asimismo agregó que no hay temas vedados que “hay que hablar de todas las formas abusivas de contratación y del fin del pacto colectivo”.

Por otra parte, Luis Miguel Morantes, presidente de la CTC, indicó: “Con el compromiso irrestricto de empresarios, gobiernos y trabajadorxs, el diálogo social productivo es posible”.

Marcio Monzane, secretario regional de UNI Américas, señaló la importancia de seguir trabajando por seguir construyendo más espacios como este en el país: “UNI Américas en los últimos 10 años ha trabajado, hombro a hombro con nuestras afiliadas en Colombia, y logrado construir procesos de organización y crecimiento sindical, que culminan en negociación colectiva y nuevos derechos a los trabajadores y trabajadoras. Hemos escuchado aquí hoy, que tanto la CUT y la CTC, en conjunto con sus afiliadas también están caminando en la misma dirección”.

“Hacemos un llamado público al gobierno de Colombia, al Ministerio de Trabajo, y a los sectores empresariales, que debemos tomar el tema en serio, crear mesas nacionales que atiendan las necesidades de las personas, incluyendo la implementación incondicional del proceso de paz, poner fin inmediato a la muerte de líderes sociales y construir, entre todos, una Colombia que puede reducir de manera significativa estos índices de desigualdad, resaltando su riqueza cultural, su diversidad étnica y florecer con todo su potencial, como un modelo a ser seguido, no solo en nuestra región, pero en todo el mundo”, concluyó.