A medida que la pandemia de COVID-19 revela los efectos devastadores de décadas de inversión insuficiente en los sistemas de salud, los sindicatos globales en representación de millones de trabajadores del sector unen sus fuerzas el29 de octubre para exigir una inversión adecuada en los cuidados “para establecer economías más inclusivas, accesibles, resilientes y solidarias”.
“La reconstrucción de nuestros sistemas de atención y la garantía de que los trabajadores de cuidados reciben un aumento salarial muy necesario, un horario regular, una dotación de personal adecuada, pero también los derechos esenciales y la dignidad en el trabajo requerirá una acción gubernamental audaz inversiones importantes, pero no hay atajos posibles si realmente creemos que nuestras sociedades necesitan ser más resilientes y humanas”, dijo Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union.
En este Día de Acción Mundial promovido por la Confederación Sindical Internacional (CSI), UNI Global Union, la Internacional de Servicios Públicos (ISP), la Internacional de la Educación (IE), la Federación Internacional de Trabajadores Domésticos (IDWF) y Mujeres en el Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO), los sindicatos piden a los gobiernos que inviertan en cuidados (#InvestInCare) porque la pandemia “ha puesto de relieve la importancia de la salud y la atención para nuestro bienestar y existencia. La necesidad de una inversión adecuada en sistemas de salud pública y atención equitativa y de calidad es más evidente y urgente que nunca”
La acción colectiva, respaldada por trabajadores del mundo entero, pondrá en marcha una campaña mundial para exigir una economía solidaria que anteponga la vida y promueva los principios siguientes:
· Inversión en sanidad y cuidados público sensible al género, incluyendo salud mental, así como guarderías, educación de primera infancia, cuidados de mayores y otros servicios sociales de cuidados, para todos
· Garantizar un salario y unas condiciones de trabajo decentes, incluyendo un salario igual por un trabajo de igual valor, oportunidades de formación para todos los trabajadores/as y políticas para reducir las diferencias de género en la participación en la fuerza de trabajo
· Mejorar la dotación de personal en todos los sistemas de salud y cuidados para proteger tanto a los trabajadores/as como a los beneficiarios de los cuidados
· Proporcionar equipo de protección personal (PPE), licencias por enfermedad remuneradas y acceso a las vacunas para todos los trabajadores/as de la salud y de los cuidados
· Garantizar equidad y no discriminación en la contratación, la retención y el acceso a oportunidades de formación y promoción para los trabajadores/as de los sectores de la salud y los cuidados
· Asegurar el respeto de los derechos de libertad sindical y negociación colectiva de todo el personal sanitario, de cuidados y de la educación, tanto en la economía formal como en la informal y, siempre que sea posible, del establecimiento de una negociación sectorial
· Finanaciar protección social universal y con perspectiva de género accesible a todos los trabajadores/as, independientemente de su situación laboral o condición de migrantes, raza, discapacidad, identidad de género u orientación sexual, y que incluyan a los trabajadores de la economía informal
· Garantizar el acceso equitativo a servicios públicos de salud y cuidados, incluidos los refugiados y los migrantes, independientemente de su condición.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha dicho que los trabajadores y trabajadoras de los sectores de la salud, los cuidados y la educación, que trabajen en hospitales, cuidados paliativos, escuelas, centros de cuidados, hogares privados o como empleados domésticos, sea en el sector público o privado, merecen condiciones de trabajo decentes y una remuneración justa, que reflejen su inmensa contribución a nuestras sociedades
