Este 1 de mayo, la Secretaria General de UNI, Christy Hoffman, envía el siguiente mensaje:

¡Feliz Día de Mayo! 

Los sindicatos salen hoy a la calle para luchar y avanzar. Celebramos la importancia de que los trabajadores se unan para conquistar su poder en las sociedades. Y luchamos contra el avance continuo de un programa de derechas que pretende despojarnos de nuestros derechos, reducir nuestro nivel de vida y destruir nuestras democracias.   

Los 3.000 multimillonarios del mundo han aumentado su riqueza un 34% desde 2020, mientras que los derechos de los trabajadores han retrocedido en todos los sentidos. La inflación se ha llevado gran parte de los salarios de los trabajadores, y los recortes en el gasto público han paralizado la reducción de la pobreza. No es de extrañar que la confianza en el gobierno haya caído en picado y, con ella, la confianza en la democracia.

Demasiados trabajadores se sienten tan impulsados por la ira contra el statu quo que abrazan a líderes políticos engañosos que no comparten los valores democráticos, que prefieren culpar a "los de fuera" de las pérdidas en el nivel de vida y avivan las llamas del racismo y el nacionalismo. Los derechos de las mujeres y de las comunidades LGBTQ+ están igualmente amenazados.   

Pero las fuerzas de la derecha no deben subestimar el poder y la determinación de los sindicalistas para movilizarse, contraatacar y recuperar nuestras democracias. Por ejemplo, en Argentina, el dirigente de extrema derecha Milei decidió que sólo podría aplicar sus dolorosas "reformas" si antes destruía los sindicatos. Desde entonces, cientos de miles de trabajadores se han sumado a una huelga general y Milei se enfrentará a la resistencia en todo momento.   

Sabemos que los sindicatos son esenciales para los lugares de trabajo democráticos. Son un control vital del poder de los empresarios en el trabajo. Garantizan que los trabajadores sean tratados como seres humanos y no como robots, como suelen decir los trabajadores de Amazon.  

Pero hacen algo más que negociar salarios y condiciones. Los sindicatos educan y movilizan, y ahora mismo eso no podría ser más importante. El Foro Económico Mundial identificó la desinformación como el principal riesgo global para nuestro futuro y nuestras democracias. Las falsas narrativas se enconan cuando los trabajadores sienten que se les despoja de su dignidad. Sabemos que las presiones económicas ensanchan las fisuras raciales, nacionales y religiosas, ya que la gente convierte en chivos expiatorios a los inmigrantes y a las minorías, en lugar de a los ricos y poderosos que hacen las políticas. 

Los sindicatos abogan por la inclusión, defienden la dignidad y refuerzan la justicia económica en nuestras comunidades. Fomentan la solidaridad en comunidades donde con demasiada frecuencia crecen el resentimiento racial y la xenofobia.  

Por eso, este Primero de Mayo, nuestro compromiso como sindicatos no debe limitarse a preservar los derechos en el trabajo. Debemos luchar por hacer avanzar la justicia en nuestras comunidades. Lo hacemos organizando y haciendo crecer nuestro movimiento. Lo hacemos a través de nuestra lucha compartida por la democracia.  

Así que hoy, únete a nosotros en las calles y en los pasillos de tu sindicato. Exige a tu empresa y a tus cargos electos que escuchen tu voz. Demostremos que la democracia no acaba con una votación, sino que empieza ahí. 

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