Después de que la trabajadora comunicara a Santander sobre el curso de su embarazo, el banco español le informó que su contrato no sería renovado. Desde hace seis meses que la compañera desempeña su labor en esta entidad financiera bajo un contrato que se renueva mes a mes.
 
Ante esta situación, y bajo el lema "tocan a una, tocan a todas" que visibiliza, entre otras cosas, las distintas desigualdades hacia las mujeres, la Bancaria se ha movilizado para exigir el reintegro de la compañera junto con la renovación de su contrato a término indefinido, ya que entienden que la permanente renovación de un contrato a plazo fijo precariza y profundiza las brechas de desigualdad.
 
Asimismo, el sindicato cuestiona el marketing del Banco entorno a la igualdad de género, ya que en su página aseveran que trabajan "por la igualdad de género de forma incesante" y que "persiguen eliminar cualquier brecha salarial entre nuestros profesionales". También menciona que cuentan con "diversos programas que buscan la igualdad entre nuestros profesionales en los países en los que operamos", contrario a lo que está ocurriendo ahora mismo en Argentina en donde una mujer trabajadora y gestante está siendo despedida 15 días después de notificar su embarazo.
 
"En este proceso, las compañeras de la Comisión Gremial Interna del Banco informan que el Banco está buscando personal por falta de dotación, lo que reafirma la discriminación contra nuestra compañera, a quien corresponde la dejen efectiva", afirmó Guillermo Maffeo, director regional de UNI Américas Finanzas.

"En ese sentido, acompañamos y apoyamos el pedido de La Bancaria por su reintegro y hacemos un llamado a Santander a que cumplan con las leyes que existen y que protegen a las mujeres embarazadas, abandonando su conducta anti laboral de violar las leyes", concluyó.