El mundo ha sido sacudido por esta crisis sanitaria, pero los sindicatos han demostrado la importancia de estar organizados para ser agentes de cambio frente a las medidas insuficientes que han tomado algunos gobiernos respecto al Covid-19. La semana de acción del sector de las trabajadorxs hospitalarios de UNI Américas Cuidados movilizó las redes sociales, grupos y las bases de las organizaciones sindicales con un gran alcance desde Canadá hasta Chile. Varios sindicatos adoptaron los mensajes para integrarlos a las campañas nacionales, multiplicando la presión a los gobiernos y las empresas para que escuchen la voz de lxs trabajadorxs: #HayQueCuidarAQuienCuida, porque su seguridad es la seguridad de todxs.
La acción y presión de los sindicatos generó un impacto relevante en la reacción de algunos gobiernos, como en el caso del sindicato FENAMUTRA en República Dominicana, que obtuvo la respuesta de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales. La institución contestó al sindicato que el Sistema de Seguridad Social protege a lxs trabajadorxs de la salud y que está atento a que se cumplan sus derechos en el marco del seguro de riesgos, pero que es necesario que el empleador haga una notificación de que un trabajador de salud se haya contagiado en su puesto de trabajo para proceder inmediatamente a dar cobertura. Esto conforma un logro del sindicato, ya que este beneficio no se había anunciado públicamente.
En Chile, la llamada internacional para poner freno a los despidos en la multinacional BUPA fue de gran relevancia, además de que la FENASSAP logró un proyecto de ley para garantizar la estabilidad laboral para lxs trabajadorxs del sector salud durante esta crisis.
En Argentina, FATSA ha logrado, desde el inicio mismo de la pandemia mantener un diálogo social activo, tanto con las empresas como con el gobierno. Esto posibilitó, entre otras cosas, que el COVID 19 fuera considerado como enfermedad laboral. “En esta etapa completamente excepcional nuestra organización desarrolló una permanente relación con sus cuerpos de delegados y buscó fortalecer el diálogo social, como camino para afrontar la pandemia en mejores condiciones”, indicó Miguel Zubieta, Presidente Mundial de UNI Cuidados, subrayando que “Muchos gobiernos en nuestra región siguen sin entender que esta crisis no se puede enfrentar sin que los trabajadores de la salud, representados por sus organizaciones sindicales, se sienten a la mesa en la que se toman decisiones sanitarias y políticas”.
Algunos sindicatos como la FUS en Uruguay, también lograron que el Covid-19 se reconociera como enfermedad laboral y, recientemente, la Coordinadora Sindical de Salud Perú, consiguió que el Congreso aprobara esta ley, aunque aún está esperando a que el presidente Martín Vizcarra la promulgue. Al trabajo que vienen realizando los sindicatos que conforman la Coordinadora, durante la semana de acción se sumó la solidaridad de más sindicatos del sector para seguir construyendo unidad sindical.
Dentro de las demandas de las afiliadas están la capacitación del personal, el respeto por la sindicalización y la negociación colectiva, el descanso adecuado de lxs trabajadorxs para poder realizar sus labores de forma adecuada, diálogo social y que el Covid19 sea considerado como enfermedad laboral, destacando que en aquellos países donde se han tomado las medidas preventivas el impacto en la salud de lxs trabajadorxs ha sido notorio. Felicitamos a las organizaciones sindicales por su compromiso y hacer evidente que la acción colectiva es necesaria para lograr los cambios que queremos.
