Impulsado desde La Bancaria, Argentina presentó proyecto de ley para modificar el régimen de jornada laboral En los últimos años, muchos países europeos y de la región iniciaron el camino de la discusión sobre la extensión de la jornada laboral, y la posibilidad de reducirla. En general, existen dos modelos: una es la reducción semanal de horas y otra más nueva donde se mantienen las horas, pero se reparten en menos días.
El proyecto despliega la posibilidad de variar la duración de la jornada laboral como herramienta para la mejor distribución del trabajo existente y, al mismo tiempo, para incrementar la productividad a través de los beneficios que representa, a saber: disminución del ausentismo, disminución de la siniestralidad y la disminución de la cantidad de accidentes de trabajo. Para la OIT “La cuestión del tiempo de trabajo se ha convertido en un elemento clave del Programa de Trabajo Decente de la OIT, en el marco más amplio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en particular del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), para promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.” (OIT, 2017).
Esta causa exhibe tres puntos originales de abordaje. En primer lugar, responder a la demanda desde una reducción que no supere las 6 horas diarias o 36 semanales. En segundo lugar, canalizar la necesidad imperiosa de poner en diálogo una petición con décadas de reclamos, los cuales suceden al mismo tiempo que importantísimos eventos históricos totalmente trascendentes e influyentes directos de las condiciones laborales. El agotamiento tanto psíquico como físico produce aumentos de los riesgos de accidentes. Esto se debe a que la calidad del trabajo y la capacidad de producción tienden a disminuir con el paso de las horas. Está comprobado que la reducción de la jornada disminuye el ausentismo e incrementa la productividad.
Claudia Ormachea, dirigente sindical de La Bancaria y portavoz de este proyecto de ley, indicó: “El proyecto tiene la intención de reflejar en él una disminución del límite semanal que no supere las 36 horas semanales y su proporcional correspondiente a la jornada nocturna e insalubre. Como también su adecuación al trabajo de menores, a las condiciones para percibir el salario, la retribución en el periodo de vacaciones y el resto de los complementos que la ley abarca”.
“En definitiva, lo que intentamos desde nuestra postura es que la extensión de la jornada laboral y sus complementos necesarios sean asumidos como un instrumento más en la lucha por la justicia social, la igualdad, la inclusión, el crecimiento económico, las posibilidades laborales y el respeto por las libertades personales”, concluyó.