En el día de ayer la fábrica norteamericana Donnelley en San Pablo cerró sin previo aviso y dejó a más de 500 trabajadores y trabajadoras en la calle. Junto con esta decisión la empresa tampoco quiere pegar los despidos. Este accionar nos remite a cuatro años atrás cuando la multinacional estadounidense cerró sin previo aviso su fábrica en Argentina.
En el día de hoy la CONATIG, la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria Gráfica, que representa a lxs trabajadores en esa empresa, se manifestó frente a la embajada de los Estados Unidos para exigir que se respeten las leyes laborales brasileñas y que se le pague a lxs trabajadorxs en un plazo máximo de 10 días.
Leonorardo del Roy, presidente de la Confederación, manifestó: “CONATIG se solidariza con los compañeros gráficos y denuncia la forma cruel con la que fueron despedidos, sin la garantía del pago de sus derechos. Repudiamos esta forma con que la multinacional de EE.UU. ha tratado a nuestros trabajadores”.
UNI expresa su más profundo rechazo al accionar de Donnelley y exige diálogo con el sindicato para encontrar una mejor salida a la situación.