AFL-CIO, SEIU y Teamsters envían una carta pidiendo acciones urgentes
El Gobierno de Biden debe tomar medidas inmediatas para abordar el uso de la “violencia extrema” por parte del gobierno colombiano para sofocar protestas pacíficas, dijeron hoy los lideres de algunas de las organizaciones sindicales más poderosas de Estados Unidos.
Richard Trumka de la AFL-CIO, Mary Kay Henry de la SEIU y James P. Hoffa de International Brotherhood of Teamsters enviaron una carta al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony J. Blinken, pidiendo al gobierno estadounidense que “utilice todos mecanismos de política disponibles” para “hacer que Colombia cumpla con sus obligaciones internacionales laborales y de derechos humanos”, incluida la política comercial y la adhesión a la OCDE.
La última ronda de protestas en Colombia comenzó el 28 de abril, poco después de que el gobierno del presidente Iván Duque propusiera un proyecto de ley de alivio para dar frente a la COVID-19 que habría hecho que la carga de la pandemia recaiga aun mas sobre los trabajadores. Si bien la legislación se derogó rápidamente, encendió acciones contra las desigualdades e injusticias de larga data en todo el país.
Los líderes sindicales escriben que el gobierno de Duque respondió a estas manifestaciones populares con una ofensiva militarizada utilizando el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), una unidad con un historial de décadas de violaciones de derechos humanos. Hasta la fecha, escriben, las fuerzas colombianas han matado al menos a 42 personas y organizaciones confiables han informado de cientos de heridos, detenciones arbitrarias y varios casos de agresión sexual contra mujeres.
La carta dice:
Hacemos eco del llamado de 55 miembros de la Cámara de Representantes de EE. UU. que escribieron al Departamento de Estado el 14 de mayo pidiendo al Gobierno de Biden que denuncie claramente el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes y tome medidas específicas, incluida la implementación de ajustes concretos en el ámbito bilateral de cooperación en materia de seguridad, haciendo un nuevo énfasis en la plena implementación del proceso de paz y mayores esfuerzos hacia un diálogo auténtico.
Dada la estrecha colaboración entre Estados Unidos y Colombia durante los últimos veinte años, incluso en lo que respecta a cuestiones de seguridad, Estados Unidos debería emitir una declaración pública, denunciando claramente el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y exigiendo responsabilidades a quienes han perpetrado crímenes violentos contra manifestantes. Además, el Gobierno debe suspender de inmediato todas las formas de asistencia en materia de seguridad que no estén relacionadas con la capacitación en derechos humanos de la policía nacional y establecer puntos de referencia claros y con plazos para las mejoras antes de que se pueda reanudar la asistencia.
Durante décadas, los sindicatos estadounidenses han sido firmes aliados del movimiento sindical colombiano y señalan que esta violencia reciente forma parte de un patrón trágico que hay en ese país. Los líderes sindicales y los activistas sociales continúan enfrentando habitualmente amenazas de muerte, incluso asesinatos con impunidad, y el gobierno de Duque ha debilitado aún más la legislación laboral.
“Nos sumamos al llamado a la acción del movimiento sindical de Estados Unidos y creemos que es sumamente importante que el Gobierno de Biden defienda la democracia y los derechos humanos en Colombia y en la región en general”, dijo Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas. “La violencia contra los manifestantes pacíficos es un reflejo de problemas profundamente arraigados en Colombia, y coincidimos con nuestros compañeros y compañeras estadounidenses en que el presidente Biden se debe enfocar en la raíz de los problemas en lugar de los síntomas. Uno de los primeros pasos para lograrlo es que Colombia acepte la misión de investigación propuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ”.