El pueblo chileno ha dicho basta a las políticas de privilegio para unos pocos. El modelo neoliberal implementado hace décadas, e intensificado por su presidente Sebastián Piñera, ha profundizado la desigualdad y la pobreza, y es el único responsable por este momento de revuelta social que atraviesa el país.
Las protestas, que comenzaron el pasado 14 de octubre y que son un reflejo del descontento social (no solo por el aumento del transporte que fue su desencadenante), tuvieron su punto más alto de violencia el pasado viernes, cuando el gobierno de Chile decretó el estado de emergencia, dejando la seguridad en manos del ejército. La decisión tuvo como consecuencia una escalada de la violencia en las calles, con la utilización de munición y gases lacrimógenos y el aumento de la represión contra los manifestantes. A día de hoy ya se contabilizan 13 muertos, la prisión de más de 1900 personas, además de muchos heridos de gravedad, entre los que se encuentran niños y adolescentes.
UNI Américas expresa profundo rechazo a la represión del Gobierno contra las protestas sociales y hace un llamado al retorno de la institucionalidad democrática. Además de poner fin a la violencia y retirar al ejército de las calles es fundamental que el gobierno chileno dialogue con el movimiento sindical y demás actores sociales para llegar a un acuerdo y poner fin a esta situación.
En estos momentos tan difíciles nuestra solidaridad está con el pueblo chileno, los trabajadores y trabajadoras, especialmente con todas nuestras afiliadas.