En un seminario web sobre el Día Internacional de la Democracia, el 15 de septiembre, organizado por UNI Finanzas, la Secretaria General de UNI, Christy Hoffman, dijo:

"El capital mundial debe empezar a sentir la presión: no está bien que las empresas canalicen recursos a los militares. No está bien que los bancos y otros inviertan en estas empresas. Y necesitamos actuar ahora si queremos salvar vidas y restaurar la democracia".

Más de mil personas han sido asesinadas, incluidos niños. Más de cinco mil ciudadanos, entre ellos funcionarios del gobierno y sindicalistas, han sido detenidos, y pueblos enteros han sido atacados.

"No podemos quedarnos de brazos cruzados", dijo Rita Berlofa, Presidenta de UNI Finanzas. "Debemos exigir a los bancos internacionales que dejen de patrocinar el golpe para poner fin al derramamiento de sangre y restaurar el orden y la democracia en Myanmar".

UNI pide a los bancos con más de mil millones de dólares invertidos en Myanmar que retiren sus inversiones en empresas vinculadas a la junta militar. Como primer paso, UNI pide a las afiliadas que escriban al banco suizo UBS, que tiene un largo historial de inversiones en países con regímenes represivos, incluida la Sudáfrica de la época del apartheid. UNI enviará en breve un modelo de carta a las afiliadas.

En el seminario web, el hermano Maung Maung, presidente de la Confederación de Sindicatos de Myanmar, pidió que se apoyen las sanciones económicas globales contra la Junta.

"Sí, las sanciones económicas provocarán la pérdida de puestos de trabajo, pero es la amarga medicina que debemos tomar para eliminar este malvado régimen militar. Tenemos que sufrir ahora por el futuro de nuestros hijos. Creemos que el ejército se derrumbará rápidamente", dijo, añadiendo que cientos de miles de trabajadores ya han perdido sus puestos de trabajo.

Sharan Burrow, secretario general de la Confederación Sindical Internacional, dijo: "Necesitamos apoyar al Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar, que fue elegido legítimamente. Necesitamos presionar a los gobiernos de la ASEAN, y necesitamos apoyo financiero para los trabajadores".

La asesora de UNI en materia de inversiones, Lisa Nathan, explicó cómo los bancos tienen la responsabilidad de contar con un proceso de diligencia debida para evitar que sus inversiones tengan un impacto adverso sobre los derechos humanos:  

"Los bancos que invierten en empresas vinculadas al régimen militar deben utilizar su influencia como accionistas para detener el flujo de dinero de estas empresas a la junta. Los bancos deben exigir a las empresas que suspendan todos los pagos a las entidades estatales de Myanmar, y guardar este dinero en un fideicomiso hasta que se restablezca la democracia. Si las empresas no pueden hacerlo, deben poner fin a sus negocios con la junta".