Inversores de toda Francia se reunieron a finales de marzo para debatir por qué y cómo pueden promover el respeto de la libertad sindical y la negociación colectiva. El acto, organizado por Amundi, la mayor gestora de activos europea, en sus oficinas de París, fue organizado por UNI Global Union y el Foro Francés de Inversión Sostenible (SIF francés) y contó con la asistencia de más de dos docenas de inversores, entre ellos muchos de los principales actores europeos.

Los organizadores del acto destacaron el informe "Shared Prosperity: The investor case for Freedom of Association and Collective Bargaining", que explica cómo se crea valor cuando los trabajadores ejercen sus derechos laborales. Entre los conceptos clave del estudio figuran la aplicación de la diligencia debida en materia de derechos humanos en toda la empresa, la mejora de la salud y la seguridad en el trabajo, y la creación de lugares de trabajo más diversos e integradores. También ofrece recomendaciones sobre cómo los inversores deberían integrar estas consideraciones en sus prácticas de compromiso y gestión con las empresas en las que invierten.

Para subrayar este punto, un panel de inversores -con representantes de Amundi, Groupama AM y OFI Invest Asset Management- habló de ejemplos concretos en los que actuaron sobre la libertad de asociación y la negociación colectiva en su gestión, y de lo que han aprendido de estas experiencias.

El debate dejó claros los argumentos financieros y materiales a favor de que los inversores se comprometan con los derechos de los trabajadores, ya que aporta beneficios, pero también puso de manifiesto los riesgos -financieros, de reputación, operativos, normativos y otros riesgos legales- de no hacerlo. En particular, el debate puso de relieve cómo los inversores intentan superar la identificación de las empresas con riesgos sistémicos en materia de derechos laborales e influir en ellas antes de que se conviertan en riesgos materiales.

Un empleado de un almacén de Amazon en California demostró la importancia de escuchar directamente a los trabajadores. El empleado habló de los graves riesgos para la salud y la seguridad, incluidos los derivados de la exposición al calor y de una cultura de notificación insuficiente, y de la importancia de que los trabajadores se organicen para hacer frente a estos problemas. Se animó a los inversores a colaborar con los sindicatos para acceder a esta información, que va más allá de lo que los inversores reciben de las empresas y de las auditorías sociales respaldadas por las empresas.

"Como hemos visto en el caso de las empresas francesas en los últimos meses, los problemas relacionados con las condiciones de trabajo a menudo se agravan cuando los sindicatos no están presentes en todos los centros o zonas geográficas donde se encuentra la empresa. Esto conlleva no sólo un riesgo para la reputación de los inversores que están expuestos a ello, sino también un riesgo financiero real", declaró Marie Marchais, Responsable de Compromiso de FIR.

"Estamos entusiasmados con el interés de los inversores y el creciente impulso para hacer más en materia de derechos de los trabajadores", dijo Lisa Nathan, Asesora Principal de UNI para la Participación de los Inversores. "Animamos a todos los inversores interesados en saber más sobre este tema a que se pongan en contacto con nosotros.