En una sesión conjunta de las conferencias mundiales ICTS y Professionals & Managers de UNI Global Union, dirigentes sindicales y destacados investigadores tecnológicos debatieron sobre el poder transformador de la inteligencia artificial en el empleo y las respuestas de los sindicatos para promover los derechos de los trabajadores. La sesión, "El impacto de las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo", mostró por qué los sindicatos deben estar a la vanguardia de la revolución de la IA.  

Janine Berg, Economista Senior y Jefa de la Unidad de Instituciones Laborales Eficaces de la OIT, inició el debate con un análisis exhaustivo de cómo la IA generativa automatiza las tareas. De los 75 millones de puestos de trabajo que podrían automatizarse en todo el mundo, subrayó que el impacto desproporcionado recaería probablemente sobre los trabajadores administrativos, las mujeres y los trabajadores de países de renta alta. Sin embargo, también señaló el potencial de aumento de la IA, y dijo que hasta 300 millones de puestos de trabajo se encuentran en la confluencia entre el aumento y la automatización. La IA podría desbloquear los beneficios de la productividad y aumentar tanto la calidad como la cantidad de los puestos de trabajo. También podría contribuir a garantizar una distribución más equitativa de la renta entre los países. Sin embargo, subrayó que la plena realización de estos beneficios depende de la gobernanza de la IA y de la inclusión de los trabajadores en la conceptualización e implementación de la tecnología en el trabajo.

A continuación, Lisa Kresge, investigadora principal del Programa de Tecnología y Trabajo del Centro Laboral de la Universidad de California en Berkeley, habló de la integración de la IA en la gestión del lugar de trabajo, incluidos los análisis de recursos humanos y los sistemas de apoyo a la toma de decisiones. Kresge, cuya investigación se centra en las estrategias de negociación colectiva en respuesta al cambio tecnológico, esbozó los retos que plantea la IA, como los problemas de privacidad de los datos, los algoritmos sesgados y el desplazamiento de puestos de trabajo. Abogó por la participación de los sindicatos en todos los niveles de adopción de la tecnología y presentó tres niveles de estrategias sindicales para abordar la nueva tecnología en el trabajo: leyes y reglamentos sobre normas básicas de uso; negociación colectiva para garantizar la aportación de los trabajadores y la seguridad económica; y codiseño de la tecnología por los trabajadores. Estas estrategias son necesarias para una transición tecnológica justa.

Sylvia J. Ramos, Jefa de Gabinete y Asesora Principal del Presidente de Communications Workers of America, se hizo eco de las palabras de Kresge. Ramos presentó los "Principios y recomendaciones sobre IA 2023" de CWA, que abogan por la participación de los sindicatos en el diseño y la aplicación de nuevas tecnologías para garantizar que beneficien a los trabajadores. Criticó el enfoque predominante de la IA dirigido por los empleadores, que a menudo excluye los intereses de los trabajadores, los clientes y la comunidad. Ramos detalló la creación de un comité consultivo nacional sobre IA de CWA y subrayó la necesidad de programas educativos para preparar tanto a los miembros de los sindicatos como a los responsables políticos para los retos que se avecinan.

"Tenemos el deber mutuo y con las generaciones futuras de que la promesa de la IA siga siendo brillante, y los trabajadores están dirigiendo esa dirección hacia adelante", afirmó.

Del mismo modo, Odysseus Chatzidis, de la alemana ver.di, ofreció una visión general del Manifiesto de IA de Deutsche Telekom y su impacto en los derechos de los trabajadores. Explicó que los principios del documento nacieron de las directrices éticas existentes de la empresa desarrolladas en 2018 que garantizaban la transparencia y la protección contra la vigilancia. Chatzidis, presidente del Comité de Empresa Europeo de DT, también habló del entorno normativo más amplio de la UE, dio ejemplos del manifiesto en acción, como que los trabajadores saben que están interactuando con la IA y no con un ser humano; los trabajadores están protegidos contra la vigilancia; y los humanos controlan los procesos de toma de decisiones.

UNI EuropaBirte Dedden compartió los resultados de una encuesta realizada en 32 países, que indicaba que, aunque sólo el 20% de los sindicatos tienen actualmente convenios colectivos que abordan directamente la IA, más del 40% están negociando sobre este tema. Dedden destacó ejemplos exitosos de Noruega y Alemania, donde los sindicatos han negociado derechos en torno a la IA, incluido el derecho a impugnar decisiones automatizadas y el derecho a la información y la consulta.

Los participantes no sólo comprendieron mejor la urgente necesidad de incluir a los trabajadores en la aplicación de la IA, sino que también se hicieron una idea más clara de cómo pueden participar los sindicatos en el proceso, algo vital para garantizar el trabajo decente en la era digital.