Los sindicatos son baluartes de la democracia. Cuando los trabajadores se reúnen para opinar colectivamente sobre las decisiones que determinan su vida laboral, eso es democracia en el trabajo. Sindicatos de toda Europa se reunieron para intercambiar información sobre cómo defienden y refuerzan la democracia en el lugar de trabajo y fuera de él. Lea el informe de la conferencia aquí.

Lea el discurso completo de Oliver Roethig aquí.

Los intentos de sembrar el miedo y avivar la división por parte de los grupos de extrema derecha constituyen ataques a la democracia. En toda Europa, los sindicatos están dando un paso adelante. Ya sea fomentando la diversidad y la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo o devolviendo la conversación a los problemas básicos a los que se enfrentan los trabajadores, los sindicatos están frustrando los intentos de la extrema derecha de dividir y gobernar.

Una cultura democrática

Cuando los trabajadores reclaman una opinión colectiva, adquieren un sentido de agencia y control sobre sus vidas. Es el antídoto contra el sentimiento de impotencia que empuja a la gente hacia el autoritarismo y a los que pretenden culpar a los más débiles de la sociedad.


Los programas de educación política que tratan de poner de relieve esta agencia a través de formas de acción colectivas se destacaron como clave para contrarrestar las narrativas antidemocráticas. Volver a centrar la conversación en los intereses materiales básicos une a los trabajadores y ayuda a la gente a identificar sus intereses colectivos. Esto ayuda a explicar por qué los países con una mayor democracia en el trabajo también tienen democracias políticas más fuertes. Además, los miembros activos de los sindicatos tienen más probabilidades de ser ciudadanos democráticos activos.

Una lucha política

En la última década, los grupos políticos de extrema derecha han ido ganando en las encuestas. Aunque votan sistemáticamente en contra de los intereses de los trabajadores, adoptan una retórica de estar del lado de los trabajadores y los vulnerables que ha engañado a más de uno. En respuesta, el debate abordó cómo los sindicatos de trabajadores tienen una responsabilidad clave y la capacidad de empoderar a los trabajadores para que sean ellos los actores principales del cambio en sus vidas, en el trabajo y en la sociedad en su conjunto.


También se analizaron las estrategias sindicales para conseguir la serie de leyes favorables a los trabajadores, incluida la reforma de la legislación laboral, que se están consiguiendo en España. Se pueden extraer lecciones del modo en que los sindicatos han aprovechado la oportunidad política de un gobierno progresista y han elevado las prioridades de los trabajadores a la cima de la agenda en todo momento.


Los participantes también debatieron sobre la política de la UE. Se habló del trabajo que se está realizando en la Confederación Europea de Sindicatos (CES), donde las experiencias nacionales están sirviendo de base para un enfoque a nivel europeo. A nivel de la UE, el desafío a los intereses de los trabajadores planteado por los grupos políticos de extrema derecha es significativo. La izquierda se está reduciendo, la derecha está creciendo. En los grupos políticos del Parlamento Europeo hemos experimentado un aumento de los partidos de extrema derecha hasta alcanzar un tercio de los eurodiputados. 

La fuerza de la diversidad

En el sector de los servicios, los sindicatos desempeñan un importante papel tanto en el fomento de la diversidad y la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo como en la lucha contra la retórica del odio.


Poner las quejas de los trabajadores en el centro de la acción sindical, con un enfoque agudo en la escucha, incluso a través de los medios de comunicación social, se destacó como clave para involucrar a aquellos que muestran signos de volverse hacia la extrema derecha. Se destacó la necesidad de mantener continuamente un diálogo abierto con los trabajadores y de no condenar a nadie al ostracismo.

Avanzar a través de la negociación colectiva es la clave para devolver a los trabajadores a su puesto de mando y arraigar la práctica de la democracia en toda Europa. La democracia económica y la democracia política son dos caras de la misma moneda. El sector de los servicios, que es el mayor sector de empleo, es crucial para mantener y reforzar la democracia.

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