El sector de los videojuegos es una de las industrias del entretenimiento de más rápido crecimiento, con unos ingresos que se aproximarán al medio billón de dólares en todo el mundo para 2028, superando los ingresos previstos para la industria mundial del cine y el vídeo. Las empresas de videojuegos se han convertido en empleadores masivos, con una plantilla de más de 330.000 trabajadores en América del Norte, Europa y Asia, incluso en mercados emergentes de videojuegos como la India.2 Los trabajadores de los videojuegos han denunciado en los últimos años las condiciones de trabajo en la industria, incluyendo los bajos salarios, los beneficios insuficientes, el uso desenfrenado de las horas extras obligatorias o "crunch", y las culturas laborales plagadas de acoso y discriminación. Los trabajadores también han empezado a formar y a afiliarse a sindicatos, como en Nexon y Smilegate en Corea del Sur, Paradox Interactive en Suecia, los estudios de Ubisoft en Francia y, más recientemente, Raven Software de Activision Blizzard en Estados Unidos.

Este informe fue encargado por el sindicato UNI Global para que sirva de herramienta a los trabajadores y a sus sindicatos para entender el panorama de la industria del videojuego y la experiencia de los trabajadores del juego, así como las oportunidades de reforma legal y reglamentaria para mejorar las condiciones de trabajo y el poder de negociación de los trabajadores