Como empresas multimillonarias, los organismos rectores del deporte tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos los de los jugadores, en virtud del marco "Respetar, proteger, remediar" de los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos. La Política Mundial sobre los Derechos de los Jugadores detalla lo que los organismos deportivos deben hacer para integrar y asumir su responsabilidad hacia los jugadores.