El pasado 28 de octubre cinco dirigentes de SINTRABRINKS, el Sindicato de Trabajadores de Brinks en Colombia, fueron amenazados de muerte por su labor sindical. Los compañeros Rómer Díaz, Rigoberto Bello, Javier Vega, Ronis Atencia y José Claro, de la seccional Bogotá, recibieron a través de un mensaje de WhatsApp un comunicado de un grupo autodenominado “Águilas Negras”.
Mediante insultos y agravios se les recomienda que “se cuiden su salud y la de sus familias” y que “la próxima advertencia será contundente y real”. Lamentablemente no es la primera vez que nuestros afiliados en Colombia reciben amenazas de muerte por su trabajo en el movimiento sindical. Hace poco más de un mes Diana Vargas, presidenta de la Subdirectiva de SINTRASALUDCOL, también afiliada a UNI Américas, recibió una amenaza de muerte mediante llamadas anónimas que explícitamente le exigían que deje de actuar “en favor de lxs trabajadorxs”. El número de amenazas y asesinatos en Colombia lejos está de disminuir en un contexto en donde se está intentando frenar los acuerdos de Paz y donde la violencia sigue a la orden del día.
Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas, manifestó su preocupación ante estas nuevas amenazas: “Colombia ha llevado el terror, las muertes y amenazas a líderes sociales, incluyendo a lxs dirigentes sindicales, a su ingreso recientemente a la OCDE. Es hora de decir basta”.
“Exigimos del gobierno y de la OCDE tutelar el derecho de asociación (libertad sindical), y que Brinks respete el derecho de lxs trabajadorxs a organizarse en sindicatos y a negociar colectivamente. ¡Basta de amenazas y muertes de trabajadores y trabajadoras en Colombia!”, expresó.
Asimismo, Christy Hoffman, Secretaria General de UNI expresó: “El ataque a los líderes sindicales en Colombia es una crisis internacional y el movimiento sindical a nivel global seguirá trabajando para que haya justicia y se respeten los derechos humanos”.
“Estos 5 líderes valientes no deberían recibir amenazas por querer mejorar la vida de sus familias. La empresa y el gobierno no pueden permitir que esta violencia continúe impunemente”, concluyó.
Colombia tiene que poner fin a la estigmatización y a la persecución sindical en el entendido que no hay democracia real mientras se sigan violando los derechos humanos y laborales, que constituyen derechos fundamentales de todxs sus ciudadanxs. UNI Américas exhortó al Gobierno y a la Fiscalía General de la Nación a que, mediante los protocolos pertinentes, se garantice la vida de cada uno de los compañeros amenazados y sus familias. De igual forma, se solicitó a la ministra de Trabajo, Alicia Arango, a que garantice espacios de trabajo libres de temor y persecución para que lxs trabajadorxs puedan decidir libremente y ejercer sus derechos sindicales.
UNI Américas solicita a la empresa Brinks a que fije una posición pública rechazando estas incitaciones a la violencia y que contribuya al proceso de investigación del origen de estas amenazas.