25.02.22
Más de tres décadas desempeñando su labor como enfermera y cumpliendo casi catorce años en Clínica la Mujer, Martha Yaneth Herrera Hernández, fue despedida sin justa causa por Clínica La Mujer, perteneciente al Grupo QuirónSalud.
Martha es Jefa de Enfermería y ha sido parte del personal esencial para la Clínica en medio de una crisis de salud mundial y del repunte de la pandemia en Colombia. Sin embargo, la Clínica de la Mujer decidió terminar su contrato apenas un par de meses después de que Martha fundara, junto a otras compañeras, la Subdirectiva de Sintrasass en Bogotá.
“He trabajado en urgencias para adultos, niñxs, en el triage y he colaborado siempre que me han pedido horas extras y siempre he estado allí para ellos, me siento en persecución sindical”, indicó Martha. “La Clínica decidió despedirme a tres meses de obtener mi reten social de prepensionada”, que protege a lxs trabajadorxs para que no sean desvinculados del servicio cuando les falten tres años o menos para cumplir con los requisitos para acceder a una pensión de vejez.
“La conducta antisindical se manifiesta en todas las dependencias pertenecientes al Grupo Quirónsalud, no solo en Clínica de la Mujer. La multinacional ha sido denunciada (Clínica Las Vegas & Clínica Medellín) y encontrada culpable de falta grave e igualmente sancionada por el Ministerio del Trabajo por violar los derechos humanos y el derecho de libre asociación de sus empleados en varias ocasiones”, expresa el comunicado de SINTRASASS.
“Lo hace sabiendo muy bien el impacto que tiene en lxs trabajadorxs el despedir a una empleada de conducta profesional e intachable y líder sindical clave para el sindicato en su proceso de negociación colectiva”, indica el comunicado. La pandemia ha impactado muy duramente a lxs trabajadorxs de la salud, a nivel físico, psicológico y emocional y el sindicato ha trabajado activamente para proteger y mejorar las condiciones de todxs lxs trabajadorxs.
“Organizarse no es contra la empresa, es mejorar la vida laboral, no solo a nivel enfermería, sino mejorar las condiciones laborales de todxs lxs trabajadorxs del sector y, pertenecer a un sindicato, es un derecho”, concluyó Martha.