23.02.22
El 21 de febrero el trabajo de colectivas y organizaciones a lo largo del país lograron que la Corte Constitucional de Colombia despenalice el aborto. El acceso al aborto sin que sea penalizado a través de causales específicas ya no es suficiente para las mujeres latinoamericanas. En Colombia, la interrupción voluntaria del embarazo ya no será delito si se practica antes de la semana 24 de gestación.
En Colombia el aborto estaba penado con hasta cuatro años y medio de cárcel,y desde 2006 se agregaron tres causales: malformación del feto, abuso sexual y riesgo a la vida de la madre. Los países en donde se ha despenalizado completamente son Uruguay (2012), algunos estados de México (2007) y Argentina (2020) y Cuba (1965), en donde es legal pero no está legalizado, es decir, está institucionalizado, pero no está inscrito en ninguna ley.
Este fallo logra hacer visible una realidad que sigue existiendo, que criminaliza a las mujeres, especialmente a las de contexto más vulnerable, además de socar su derecho a la autodeterminación. En los países en donde se ha legalizado se ha logrado disminuir la mortalidad materna en el país junto con el número de abortos.
Los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a la salud y a las condiciones que los garanticen son un punto central en el camino hacia sociedades más equitativas y justas.
“La brecha de las mujeres y personas gestantes que logran acceder a un aborto seguro se profundiza cuando este se encuentra penalizado. En este sentido, se vuelve una cuestión de clase, donde el movimiento sindical asume la interrupción del embarazo como una cuestión de salud pública, de justicia social y de derechos humanos de las mujeres trabajadoras y no un servicio que deba ser regulado por el mercado”, expresó Andrea E. García, Coordinadora de UNI Américas Mujeres.
“La tarea de la reproducción de la familia trabajadora, que ha recaído históricamente sobre las mujeres, ha impedido a éstas acceder en igualdad de condiciones al mercado laboral, por eso es fundamental que los sindicatos asumamos con claridad y determinación la defensa en la autonomía del cuerpo, donde las trabajadoras puedan decidir en libertad, sin ser penalizadas, la posibilidad de ser o no madres”, concluyó.
UNI Americas