Del 30 de agosto al 1º de septiembre Montevideo fue anfitriona de las Jornadas sobre Digitalización en el Sistema Financiero, organizadas por AEBU, UNI Américas y FESUR, que inició la discusión con una mesa de expertos a propósito de los 20 años de la crisis financiera en Uruguay, en donde el rol de los movimientos sociales y de todos los partidos políticos fue fundamental para encontrar una salida.

La crisis del 2002, a diferencia de otras crisis, tuvo al sector financiero como un actor dinámico interno principal muy relevante para toda la economía del Uruguay, ya que buena parte de la actividad estaba asociada a la fortaleza del sector financiero.  "Mantener la democracia fue la señal. El rol de las bases sociales, mediante la solidaridad y la autogestión, fue fundamental para darle continuidad. El objetivo fue construir un mañana sin partir al país", señaló Gabriel Quirici, docente e investigador en Historia. "De igual forma, el rol de AEBU fue fundamental para advertirla, para cuidar el empleo, no ponerse en una pose cerrada, sino contribuir en la salida", concluyó.

Destacaron que la capacidad destructiva de una crisis es muy rápida, pero la recuperación es asimétrica y dramática y requiere más tiempo. En los periodos de prosperidad el aumento del ingreso en el hogar no garantiza la recuperación total. Por eso es importante no solo pensar en términos de pobreza, sino de vulnerabilidad. "Durante una crisis la primera dimensión que se deteriora es el ingreso, pero, aunque este mejore, hay que mirar otras dimensiones. Hay que pensar en tres conceptos de pobreza: umbral mínimo, vulnerabilidad como la posibilidad de caer bajo la situación de pobreza, y la desigualdad como las distancias entre las personas y hogares", mencionó Andrea Vigorito, economista e investigadora especializada en desigualdad y pobreza.

Al tener un rol de andamiaje, si el sector financiero cae, su caída genera la caída de los demás sectores porque permite el desarrollo del resto. Durante la pandemia el sector financiero fue parte de la solución para que no se sufrieran restricciones de liquidez. Elbio Monegal, presidente de AEBU, señaló: "Este encuentro ha sido fundamental para analizar lo que fue la crisis del 2002, a 20 años de ella con algunos actores involucrados directamente, como Leonardo Costa, prosecretario general de la Presidencia de Uruguay en 2002". "Nos ayuda a entender las consecuencias que tuvo a nivel económico y social, para poder corregirlas y que no vuelvan a ocurrir", sentenció.

Sobre el Impacto de la Digitalización en el Sector Financiero

El debate continuó con un conversatorio posterior sobre las transformaciones del sector financiero en esta 4ta Revolución Industrial. "Estamos viendo como la política y la legislación se quedan a años del desarrollo tecnológico por eso estamos trabajando en estos debates y nos alegra que en el ámbito sindical se piensen estratégicas, con enfoque de género. Qué clase de trabajo habrá y bajo qué condiciones, qué proyectos de ley hay en marcha sobre cómo regular el teletrabajo y cómo incluir a los sindicatos en la estrategia", indicó Dörte Wollrad, representante regional de la FES.

¿Cómo estamos preparados para construir mejores formas colectivas de pensar lo político y social?  Alma Espino, investigadora enfocada en género, expresó que no se pueden dejar por fuera los debates de género ya que las diferencias de género se trasladan a desigualdades entre las posibilidades de ser y hacer de unas y otros. "A las relaciones que conocemos como relaciones sociales de poder, sobre todo en el sindicalismo cuando hablamos de clases sociales, aquí hablamos de relaciones sociales de poder entre hombres y mujeres. No hablamos de diferencias que no nos hagan más que una caracterización externa distinta", expresó.

Por otra parte, Lucía Pittaluga, economista, docente e investigadora especializada en innovación y desarrollo, señaló que la revolución tecnológica no tiene un carácter neutro, si no que puede ser moldeada. "¿Hay una sola manera de automatizar el trabajo? Las narrativas nos imponen que hay cosas que no podemos cambiar, pero si investigamos sobre ellas vemos que hay otros factores para poder entender. Los movimientos feministas y ambientalistas están moldeando esto que llamamos revolución tecnológica.

Las jornadas finalizaron con un taller práctico con el objetivo de llevar a cabo un análisis regional de la situación del sector en los países participantes para poder elaborar un documento con una narrativa desde la óptica de lxs trabajadorxs. ¿Cómo impacta la tecnología en el mundo laboral? En el sector financiero y bancario se ve cómo las nuevas tecnologías reconfiguran el empleo y modifican las tareas de lxs trabajadorxs. Esto se ve desde el punto de vista de la calidad del empleo, la cantidad de empleo, las estrategias sindicales para aprovechar estos cambios para lxs trabajadorxs. 

Lxs participantes intercambiaron sobre las transformaciones que están viviendo en sus espacios de trabajo y compartieron el lanzamiento de la Plataforma de Sistema de Elaboración Participativa para poder seguir avanzando en el trabajo y discusión colectiva sobre estas temáticas. Concluyeron, asimismo, que las dificultades que se atraviesan o no son proporcionales al fortalecimiento sindical de los gremios en cada país.

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